La novedad radica en que, por primera vez, se usa para modificar receptores de linfocitos T del paciente, ampliando la personalización terapéutica.
La comunidad científica ha utilizado, por primera vez, la tecnología de edición genética CRISPR para insertar genes que permiten que las células inmunitarias, en este caso receptores de linfocitos T del propio paciente, centren su ataque en las células tumorales, dejando potencialmente ilesas a las células normales y aumentando la eficacia de la inmunoterapia.
Este innovador enfoque, que se ha presentado en el 37 Encuentro Anual de la Sociedad de Inmunoterapia del Cáncer y se publica en Nature, está codirigido por Antoni Ribas, del Centro Oncológico Integral Jonsson de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA), de la que también es profesor, ambos en Estados Unidos.