Neurología - Inhibidor de LRRK2

Un fármaco que actúa sobre la vía lisosomal se postula como tratamiento en enfermedad de Parkinson

 

Un inhibidor de LRRK2 revierte la disfunción lisosomal en enfermedad de Parkinson y abre una nueva puerta al tratamiento las patologías neurodegenerativas.

 
Progresión del cerebro de un paciente con enfermedad de Parkinson. Foto: MIT
Progresión del cerebro de un paciente con enfermedad de Parkinson. Foto: MIT
Covadonga Díaz. Oviedo
Lun, 13/06/2022 - 11:25

Un inhibidor de LRRK2 se ha revelado seguro y bien tolerado, al tiempo que ha sido capaz de penetrar en el sistema nervioso central y ha mostrado eficacia para revertir la disfunción lisosomal en pacientes portadores de la mutación G2019, con lo que puede abrir una nueva vía en el tratamiento  de la enfermedad de Parkinson (EP).

Es una de las conclusiones de un estudio que acaba de ser publicado en Science Translational Medicine y que firman, entre un amplio elenco de investigadores,  Danna Jennings y Matthew Troyer, de la empresa farmacéutica  Denali Therapeutics, en San Francisco, especializado en enfermedades neurodegenerativas.

La enfermedad de Parkinson es una patología que presentan actualmente el 2% de los individuos mayores de 65 años, es decir, que es una entidad con una prevalencia importante y para la que aún no se dispone de una terapia efectiva que consiga curar la enfermedad, explica José Antonio Rodríguez, investigador del Instituto Ramón y Cajal de Investigaciones Sanitarias y responsable del grupo Neurología Experimental.

Los fármacos actualmente disponibles actúan sobre los síntomas, de ahí la necesidad de "desarrollar terapias modificadoras que consigan enlentecer, detener o revertir la progresión de la enfermedad, tanto en Parkinson como en la mayoría de las enfermedades neurodegenerativas", explica Marta Blázquez Estrada, jefa de sección de Enfermedades Neurodegenerativas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Células humanas que expresan LRRK2, a las 72 horas del tratamiento; la estructura de los lisosomas se marca en amarillo. Foto: STM
Células humanas que expresan LRRK2, a las 72 horas del tratamiento; la estructura de los lisosomas se marca en amarillo. Foto: STM

Uno de los genes mutados en algunos casos de enfermedad de Parkinson familiar es LRRK2, encargado de codificar la cinasa LRRK2, que se considera en la actualidad el factor de riesgo genético más común en la EP, explica Marta Blázquez. Así, se ha comprobado que el aumento de la actividad de esta cinasa LRRK2 altera la función lisosomal y tiene un papel fundamental en la patogénesis de la enfermedad. Por tanto, la inhibición de LRRK2 sería una posible estrategia terapéutica modificadora de la enfermedad de Parkinson.

Los lisosomas son los órganos encargados de degradar las proteínas mal plegadas en las células, es decir, son como órganos de reciclaje. "Y esta actividad de degradación en los pacientes con enfermedad de Parkinson no se desarrolla adecuadamente por esa mutación en una proteína implicada en la regulación de esta actividad", explica José Antonio Rodríguez.

Seguridad y efectividad

El trabajo ahora publicado da cuenta de los resultados de un estudio en fase preclínica dos ensayos clínicos en fase I y Ib en humanos en los que se incluyeron 122 individuos sanos y 28 pacientes con enfermedad de Parkinson, en los que se ha probado la seguridad y efectividad del inhibidor de la cinasa LRRK2 DNL201.

Y lo que han visto es que el fármaco es seguro y bien tolerado en la muestra de individuos estudiada y que tiene actividad en el sistema nervioso central, resalta José Antonio Rodríguez, además de ser capaz de revertir la disfunción lisosomal en los pacientes portadores de la mutación G2019, que es la más frecuente en LRRK2, indica Marta Blázquez.

En otras enfermedades neurodegenerativas

También se ha demostrado en estudios in vitro con fibroblastos de pacientes portadores de mutaciones en el gen GBA1, que es un factor de riesgo para enfermedad de Parkinson, además de ser causante de la enfermedad de Gaucher, que DNL201 reduce la fosforilación y mejora la disfunción lisosomal. "Esto significa que tiene efectividad sobre la proteína LRRK2", resalta Marta Blázquez.

Así, esta molécula se perfila como una nueva droga capaz de inhibir LRRK2 y corregir los defectos lisosomales que se producen en la enfermedad de Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas, "favoreciendo esa actividad lisosomal que está alterada", apunta José Antonio Rodríguez.

El estudio apoya la hipótesis con la que se viene trabajando desde hace años de que la inhibición de LRRK2 tiene potencial para corregir la disfunción lisosomal en pacientes con EP, lo que justificaría, según los autores del trabajo, un mayor desarrollo clínico de los inhibidores de LRRK2 como modalidad terapéutica para la enfermedad de Parkinson.